by David Wilkerson | August 7, 2014 Pensé tener una buena idea para un ministerio, pero no consulté con el Señor antes de seguir adelante. Como resultado, incurrí una deuda de $5,000 sin manera alguna pagarla. (En la economía actual, esa cantidad sería como $25,000.) Desesperado, comencé a declarar todos los pasajes bíblicos que decían: “Dios suplirá todas mis necesidades”. Entonces un día, mientras oraba, escuché una hermosa voz que me decía: “David, ve a la calle Chester mañana al mediodía y camina en el lado izquierdo de la calle. Un hombre caminará hacia ti con un sobre con $5,000. Este hombre es mi ángel y el pondrá ese sobre en tu mano”. Yo pensé: “Gracias Señor. Realmente eres fiel”. Y el día siguiente al mediodía, caminé por la calle Chester y esperé. Ahora bien, este era un pueblo de 1,200 personas y nadie caminaba por las calles durante el día porque todos estaban trabajando. Así que por mucho tiempo no vi una sola alma. Caminé de ida y vuelta por casi una hora, pre...