EN MI NIÑEZ Cuando Dios tiene planes con nosotros, aun antes de conocerlo, todo lo amargo es dulce. A la edad de 7 años, mis padres me enviaron al rancho donde Vivían mis abuelos (una casita muy pobre en el campo), porque ambos trabajaban y no podían cuidarme, prácticamente se olvidaban de mí. Mis abuelos me cuidaban por largas temporadas y de lo poco que tenían compartían conmigo. Recuerdo que andaba descalzo, no tenía ropa, y la comida también era escasa, aun así ellos eran muy amorosos conmigo y hacían lo que podían por mí. Ellos como católicos muy devotos, me enseñaron la oración del “Padre Nuestro” eran más temerosos de Dios que muchos cristianos de hoy en día, así que me fueron criando muy temeroso de Dios. La situación de mis padres tampoco era la mejor, ya que mi padre no era responsable con la esposa y los 5 hijos que tenía. Él se iba por meses de la casa y cuando volvía todo se lo había gastado en sus vicios, y la miseria no se iba. Cuando regrese al ho...
"Yo soy la Vid verdadera... (Juan 15)