David Wilkerson (1931-2011) April 20, 2021 Los profetas nos advierten que cuando veamos a Dios remeciendo a las naciones y nos sobrevengan tiempos peligrosos, nuestro hombre natural temerá mucho. Ezequiel preguntó: "¿Estará firme tu corazón? ¿Serán fuertes tus manos en los días en que yo proceda contra ti?” (Ezequiel 22:14). Cuando Dios advirtió a Noé de sus juicios venideros y le dijo que construyera un arca, Noé se sintió “con temor” (Hebreos 11:7). Incluso el intrépido y valiente David dijo: “Mi carne se ha estremecido por temor de ti” (Salmos 119:120). Y cuando el profeta Habacuc vio días desastrosos por delante, gritó: “Oí, y se conmovieron mis entrañas; a la voz temblaron mis labios; pudrición entró en mis huesos, y dentro de mí me estremecí” (Habacuc 3:16). El temor que se apoderó de estos hombres piadosos no fue un temor carnal, sino un temor reverencial del Señor. Estos santos no temían al enemigo de sus almas, sino que temían los justos juicios de Dios. Y eso se debe a q...
"Yo soy la Vid verdadera... (Juan 15)