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Mostrando entradas de junio, 2024

La Fragancia De Cristo - Helen Ewan

Por James A. Stewart Cuando me salvé, durante un movimiento poderoso del Espíritu de Dios en Glasgow, Escocia, también se salvó una joven. Se llamaba Helen Ewan. Era muy delgada, pero en el umbral de su nueva vida en Cristo, ella lo coronó como Señor absoluto, y se llenó del Espíritu – una experiencia definitiva. Los ríos del agua viviente fluían simplemente de la vida de esa joven (Juan 7:37-39). Cuando se murió a la edad de 22 años, toda Escocia lloró. Sé que cientos de misioneros por todo el mundo lloraron y estuvieron de luto por ella. Ella había dominado el idioma ruso y esperaba laborar para Dios en Europa. No poseía personalidad sobresaliente; nunca había escrito un libro, ni compuesto un himno; no era predicadora, y nunca viajaba más de 200 millas de su casa. Pero cuando se murió, la gente comenzó a escribir la historia de su vida. Aunque se murió tan temprano en la vida, ella le llevó a una gran multitud a Jesucristo. Se levantaba temprano todas las mañanas alrededor de las ci...

DÍA 20: ESPERANDO EN DIOS QUE NOS ESPERA A NOSOTROS

Extracto del Libro: Esperando en Dios Autor: Andrew Murray  Con todo eso, Jehová aguardará para otorgaros su gracia, y,  por tanto, será exaltado para compadecerse de vosotros;  porque Jehová es un Dios de Justicia; dichosos cuantos esperan en él.  (Isaías 30:18.) Debemos pensar no sólo en nuestro esperar en Dios, sino también en lo que es aún más maravilloso, el que Dios nos espere a nosotros. La visión de Dios esperándonos a nosotros nos dará nuevo impulso e inspiración a nuestra espera en Él. Nos dará una indecible confianza de que nuestra espera no ha sido en vano. Si Él nos espera, entonces es indudable que somos bienvenidos; que Él se goza en reunirse con aquellos que le buscan. Busquemos, incluso ahora, en este momento, en el espíritu de humilde espera en Dios, descubrir algo de lo que esto significa. «Jehová aguardará para otorgaros su gracia.» Nosotros aceptaremos y devolveremos el mensaje: «Benditos cuantos esperan en él». Alza la vista y mira al gran Dios ...