Alús
De todas las jornadas del viaje de Israel, este es el único lugar del que no sabemos el significado de su nombre. Pero siempre, con la ayuda de Dios, podemos ver una preciosa enseñanza, ¿Ya te imaginas cuál es?, ¿Has estado en situaciones dónde simplemente no comprendes nada?
NO SIEMPRE TENEMOS QUE ENTENDER LO QUE DIOS ESTÁ HACIENDO...La curiosidad no es un fruto del Espíritu, ¡la paciencia, sí! (Gal.5:22)
Testimonio:
una joven cristiana pasó la mayor parte de su niñez en las salas de urgencias del hospital más cercano a su casa. La situación económica de la familia era precaria y, debido al trabajo del padre, la mamá casi siempre estaba sola cuando comenzaba la crisis de asma y tenía que correr en las madrugadas con su niña en los hombros porque no tenían dinero para pagar la tarifa del taxi.
Así pasaron varios años, y madre he hija se preguntaban cuál sería el propósito de Dios en esta prueba tan dura. A ambas les parecía que no había propósito divino, solo que sus vidas eran muy miserables. Pasaron varios años y un día llegó la respuesta...estando la niña, casi sin poder respirar, envuelta el lágrimas, llegó un mensajero del Señor con una palabra: "si haces pacto conmigo, y vives para mí, yo te curaré. Tienes que darme tu corazón mientras vivas".
La niña acepto el trato y el Señor cumplió su promesa. El Señor sólo estaba trabajando en este pequeño corazón, quitando la escoria, para poder conquistarlo y usarlo para su gloria. Madre he hija ahora entienden la misteriosa obra de Dios en esta etapa de sus vidas. Él estaba atrayéndolas a sí mismo, para mostrar su poder y su amor por ellas.
Refidim (significa: extenderse, hacer algo cómodo)
El Señor les preparó este lugar sin agua: Toda la congregación de los hijos de Israel partió del desierto de Sin por sus jornadas, conforme al mandamiento de Jehová, y acamparon en Refidim; y no había agua para que el pueblo bebiese. (Éxodo 17-RVR1960)
El Señor no les dejaría morir de sed, pero les dijo que descansaran y estuvieran cómodos... Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
(Mat.11:28-RVR1960)Los israelitas murmuraron, se quejaron contra Moisés y se resintieron contra Dios. Pero el Señor misericordioso les da agua de la peña y todos beben. El problema no fue solo que tentaron a Dios (Ex.17:7), sino que llegó Amalec, su enemigo, a pelear contra ellos. Después de que tentamos a Dios con nuestra incredulidad y quejas, tendremos que enfrentar una dura guerra contra la Carne(Amalec) y solo la oración intercesora podrá ayudarnos. Moisés, Aarón y Hur suben al monte, dos de ellos sostienen las manos de Moisés y él, agotado, sigue rogando por su pueblo hasta que Jehová-nisi les da la victoria.
La Roca siempre estuvo con ellos pero dudaron de 4 formas:
- De su Provisión.
- De su Promesa.
- De su Presencia entre ellos.
- De su Providencia
Cuando lleguemos a Refidim y no hallemos agua, de nada nos valdrá altercar con "Moisés", pues él nada podrá hacer. La orden es: ¡reposen en mí, Yo Soy la Roca! "Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia". (Hebreos 4:11-RVR1960) Ya sea que esta rencilla del pueblo haya sido la causa del ataque de Amalec, o que de todas formas iban a tener que pelear contra ellos, haber reposado en Dios era la actitud de corazón correcta en medio del desierto. El que confía en Dios, no será avergonzado.
Debemos creer al Señor, pues seremos probados en las mismas cosas, una y otra vez, hasta que aprendamos a descansar y a disfrutar "detrás del velo" como dijo el poeta:
Majestad inenarrable, mi alma desea verte. Clamo a ti desde el polvo. Sin embargo, cuando busco tu nombre, es secreto. Tú estás escondido en la luz a la que ningún hombre se puede aproximar. Lo que tú eres, no puede ser pensado ni dicho, porque tu gloria es inefable.
Con todo, profeta y salmista, apóstol y santo, me han animado a creer que en cierta medida te puedo conocer. Por eso te ruego que, cuanto te haya placido revelar de ti mismo, me ayudes a buscarlo como un tesoro más precioso que los rubíes, o que la mercadería de oro fino, porque contigo viviré cuando las estrellas del amanecer ya no existan, y los cielos se hayan desvanecido, y sólo permanezcas tú. Amén
(libro: el conocimiento del Dios Santo, cap.3- A.W.Tozer)
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