Orad sin cesar...2.


(Por E.M. Bounds-estractos de sus libros sobre la oración)

 Aquel que quiere venir a Dios tiene que acercarse a Él con una actitud de no tenerse en cuenta a sí mismo. No debe estar inflado de vanidad, ni dominado por alto concepto de sus virtudes y buenas obras.

La humildad es un don cristiano poco común, tiene gran valor en las cortes del cielo, y es condición inseparable para la oración efectiva. Da acceso a Dios cuando fracasan otras virtudes...

...El fariseo parecía estar acostumbrado a orar. Por cierto que para ese momento ya debía saber cómo orar.Pero desgraciadamente, como muchos otros, parece que nunca había aprendido la inapreciable lección. Deja sus negocios y el trabajo y se encamina con paso firme hasta la casa de oración. Elige muy bien la posición y el lugar.
Allá está el lugar santo, la hora santa,el nombre santo, cada uno de los cuales invoca este supuesto hombre de oración.
Pero este hombre religioso que ora, aunque entrenado para hacerlo por el hábito y la preparación, no ora; pronuncia las palabras, pero las palabras no son la oración. Dios oye sus palabras sólo para condenarlo.Una mortal ráfaga helada sale de esos labios formales. toda su oración está impregnada de orgullo. 

Por otro lado, el publicano, afligido por una profunda convicción de pecado, dándose cuenta de su pobreza de espíritu, de la total carencia de cualquier cualidad que pudiera hacerlo aceptable ante Dios, con su orgullo totalmente derribado y muerto, cae de rodillas con humillación y desesperación delante de Dios, mientras pronuncia un agudo clamor por misericordia para con sus culpas.
un sentido de pecado y la conciencia de su total inutilidad ha puesto las raíces de humildad en lo profundo de su alma, y ha hundido al "yo" y al corazón en el polvo. Aquí vemos el agudo contraste entre lo despreciable de la propia justicia, el autoensalzamiento y el orgullo, en la oración, y por otro lado el gran valor, la belleza y el elogio divino que corresponde a la humildad de corazón cuando un alma se presenta ante Dios en oración.

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