Extractos de "El Arma de la Oración"
E.M. Bounds
"Una de las necesidades más apremiantes de nuestros días es de hombres cuya fe, oraciones y estudios de la Palabra de Dios hayan sido revitalizados, tengan escritas en sus corazones una copia de esa Palabra y sean capaces de transmitirla como una semilla incorruptible que vive y permanece para siempre.
...las escuelas, las universidades y la educación consideradas simplemente como tales, no pueden ser líderes en llevar adelante el trabajo del Reino de Dios en la tierra. No tienen el derecho, la voluntad, ni el poder necesarios para hacer la obra. Esta debe llevarse acabo por la predicación de la Palabra, realizada bajo el poder del Espíritu Santo, sembrada con manos de oración y regada con lágrimas de corazones que oran...
..Los hombres que oran son, en realidad los únicos hombres verdaderamente piadosos...son los únicos que representan o pueden representar a Dios en este mundo. Ningún hombre frío, irreligioso y que no ora, puede invocar el derecho a hacerlo. Tergiversan a Dios en sus obras y en sus planes.
Los hombres de oración son los únicos hombres que pueden influir en Dios, la única clase de hombres con quien Dios se compromete y a quienes confía su evangelio...Son los únicos en quienes habita el Espíritu Santo, porque el Espíritu Santo y la oración van de la mano.
El Espíritu Santo nunca desciende sobre hombres que no oran. Nunca los llena, nunca les da poder. El Espíritu de Dios no tiene nada que ver con hombres que no oran.
En la obra de Dios no hay sustituto para la oración.
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