Extracto del Libro: Para este Tiempo, Mujeres del Antiguo Testamento.
Autora: Bárbara Byers.
Ester 2:15 revela más de la belleza del carácter de Ester:
"...ninguna cosa procuró sino lo que le dijo Hegai eunuco del rey, guarda de las mujeres; y ganaba Ester el favor de todos los que la veían".
La actitud de Ester no era de exigencia; ella no pidió nada. Su actitud hacia Hegai no fue: "yo necesito esto, y necesito aquello, y quiero esto y aquello..." Al contrario; su actitud fue: "Escoge tú por mí. Yo nunca he estado en la presencia de un rey- yo no sé lo que necesito; no sé lo que a él le agrada- escoge tú por mí". Hegai probablemente había trabajado para el rey por muchos años, y sabía qué era lo que le agradaba. Ester confió completamente en quien estaba por encima de ella.
El apóstol Pablo nos dice: "Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento" (1Timoteo 6:6). Como pueblo e hijos de Dios, ¿Qué estamos demandando de Él para estar dispuestos a seguirlo?
En lugar de demandar algo, necesitamos conocer Su corazón de Padre.
¿Qué padre verdadero escogería para sus hijos algo que no fuera realmente lo mejor para ellos?
Autora: Bárbara Byers.
"...ninguna cosa procuró sino lo que le dijo Hegai eunuco del rey, guarda de las mujeres; y ganaba Ester el favor de todos los que la veían".
La actitud de Ester no era de exigencia; ella no pidió nada. Su actitud hacia Hegai no fue: "yo necesito esto, y necesito aquello, y quiero esto y aquello..." Al contrario; su actitud fue: "Escoge tú por mí. Yo nunca he estado en la presencia de un rey- yo no sé lo que necesito; no sé lo que a él le agrada- escoge tú por mí". Hegai probablemente había trabajado para el rey por muchos años, y sabía qué era lo que le agradaba. Ester confió completamente en quien estaba por encima de ella.
El apóstol Pablo nos dice: "Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento" (1Timoteo 6:6). Como pueblo e hijos de Dios, ¿Qué estamos demandando de Él para estar dispuestos a seguirlo?
En lugar de demandar algo, necesitamos conocer Su corazón de Padre.
¿Qué padre verdadero escogería para sus hijos algo que no fuera realmente lo mejor para ellos?
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