Iglesia de Tiatira (La iglesia Medieval)
Período: 476-1520 D.C.
Las 7 iglesias del apocalipsis reflejan la realidad de la iglesia en esa época y en el transcurso de la historia. Queremos reflexionar con cuál o cuales de estas iglesias nos identificamos y aprender valiosas lecciones.
Tiatira se relaciona con la época del medioevo, donde la decadencia de la iglesia, la corrupción y la inmoralidad dentro de ella hundieron en la oscuridad a muchas gentes, por muchos años.
Apocalipsis 2:18-29
"Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: "El Hijo de Dios, que tiene ojos como llama de fuego, y cuyos pies son semejantes al bronce bruñido, dice esto:" Los poderosos ojos del Señor son como un fuego purísimo y pueden ver todo lo que se hace bajo el sol. Nada ni nadie puede esconderse de los ojos del Hijo de Dios. Sus pies como bronce nos habla de una caminata purificada. Por todo lo que tuvo que padecer el señor Jesús, aprendió obediencia (Hebreos 5:8) y no será diferente para nosotros, los que seguimos a Cristo.
Leemos más adelante el gran problema en la iglesia: "...toleras a esa mujer Jezabel, que se dice ser profetisa, y enseña y seduce a mis siervos a que cometan actos inmorales y coman cosas sacrificadas a los ídolos. '
La inmoralidad en medio del pueblo de Dios, algo muy común en nuestros días. El espíritu de Jezabel inunda nuestras iglesias, y esto es sólo una muestra del problema en nuestros corazones caídos, pero ¿qué es el espíritu de Jezabel? Un corazón seducido por la idolatría y la inmoralidad que, quiere ser una casa para Dios, pero al mismo tiempo, disfrutar de los placeres del pecado ¿Nos hemos visto en esta situación alguna vez?
Jezabel asesinó a los profetas del Señor (1 Reyes 18:4) y enseñaba a los demás a aborrecer la verdad de la Palabra del Señor, les seducía con sus fornicaciones y con sus ídolos. Ella da rienda suelta a sus pasiones más bajas convirtiéndose en habitación de demonios. No tiene el más mínimo amor por su prójimo, vive para sí misma.
Examinemos nuestros corazones a la luz del evangelio de Cristo. Clamemos al Señor que venga a reinar en nosotros para quitar todo rastro de inmoralidad y cualquier otro ídolo que pueda hacernos apartar de Su amor. ¿Sabes que cualquier cosa material puede ser nuestro ídolo?Todo lo que ocupe el primer lugar en mi vida, quitando a Dios del trono de mi corazón: el dinero, lo intelectual, una persona, amistades, placeres, etc.
Si confiamos para entregarnos completamente al señor Jesucristo, Él limpiará y llenará todo nuestro ser de modo que nada nos faltará; todo vacío y soledad será ocupado por el tierno consuelo del Espíritu de Dios ¡Nunca más tendremos Sed!
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