Elim (Números 33:9 y Éxodo 15:27)
Seguimos avanzando en nuestro viaje y llegamos a Elim, un oasis con 12 fuentes de agua y 70 palmeras.
Casi siempre que estamos en una situación próspera, cómoda y estable 'la nube' de su presencia comienza a moverse y somos desplazados a otro lugar. En la vida cristiana el Señor nos proveerá momentos de reposo y descanso, por ejemplo, el rey David en el Salmo 36:7 y en Hechos 3:19 'Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio' el Señor nos saciará y seremos llenos. Son esos tiempos en que te sientes muy cerca de Dios y él te alegra y habla claramente a tu corazón.
Luego, recibimos la orden de marchar, y ¡oh cuánto nos cuesta dejar este oasis! pero debemos creerle al Señor y entender que Elim, no es la meta ni el final del viaje, necesitamos seguir marchando hasta llegar a Canaán.
Muchos de nosotros necesitamos una buena razón para seguir el camino por el duro desierto, y he aquí una:
Jeremías 48:11
'Quieto estuvo Moab desde su juventud, y sobre su sedimento ha estado reposado, y no fue vaciado de vasija en vasija, ni nunca estuvo en cautiverio; por tanto, quedó su sabor en él, y su olor no se ha cambiado'
Un antiguo pueblo que, hasta ese tiempo, no fue desplazado, ni llevó de los juicios justos de Dios, como sí sufrió el pueblo de Israel. Moab no fue molestado y murieron tal como eran, en su pecado, 'su sabor quedó en ellos'. no permitamos que nuestra carne tome los tiempos de prosperidad, espiritual o material, para apartarnos de la visión gloriosa, de ser conformados a la imagen de Cristo, que es nuestra herencia eterna. Avancemos hacia la jornada que nos tenga preparada nuestro amoroso Padre Celestial.
Testimonio:
una familia cristiana recibió su herencia. La casa estaba en muy malas condiciones y el padre de familia usó sus ahorros de muchos años para repararla en el transcurso de seis meses. Cuando estaban todos contentos y disfrutando de la casita ya reparada, el Señor comenzó a inquietar al papá para que sirviera en el ministerio a unas personas muy necesitadas en otra ciudad. pasaron pocos meses y el Señor le fue confirmando cuál era Su voluntad y los pasos a seguir. El pastor de la familia también confirmó la palabra del Señor y madre he hijas comenzaron a empacar de nuevo todas las pertenencias para trasladarse a la otra ciudad. Sólo disfrutaron 6 meses de su herencia para luego, 'ser vaciados de vasija en vasija' Lo cierto es que su vida es mucho más feliz en el ministerio, sirviendo al Señor, que si se hubiesen quedado cómodos disfrutando la herencia terrenal. Dios les ha concedido los deseos de su corazón con creces y les ha dado su incorruptible bendición.
El Mar Rojo (Números 33:10)
Este Mar también era llamado el Mar de los Juncos. Los juncos crecen a la orilla del agua, son comunes y no tienen olor, frutos o belleza. pero sí tenían muchas utilidades para fabricar papel, plumas, cestas, sandalias, barcos, sombreros, esteras, etc.
Habrá días en lo que nos parece que no está ocurriendo nada en nuestras vidas.
El Señor trabaja en esos días comunes, pero nosotros esperamos algo súper emocional o sobrenatural, algo conmovedor.
En la Biblia vemos que no se menciona mucho sobre la juventud de Jesús, tal vez porque fue bastante común, por lo cual no hay registros de milagros o grandes hazañas.
La enseñanza que podemos sacar de estos juncos, es que no debemos vivir de emociones, no busquemos grandezas que el Señor no ha determinado darnos, Él quiere hacernos útiles en nuestros días comunes y, como el viento siempre está soplando, Dios siempre trabaja en nosotros. Aprendamos a ser útiles como los juncos, en las manos del Maestro.
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