Cita Bíblica: Lucas 16:19-31
Todos hemos oído alguna vez la historia del "Rico y Lázaro" y aunque muchos pensamos que es una parábola, es muy interesante que el capítulo 16 de Lucas comienza con la frase: dijo también a sus discípulos. Recordemos que Jesús hablaba en parábolas para las multitudes, pero a sus discípulos hablaba aparte claramente (Mt.13:11-17). En Lucas 16:1-18 aparece la parábola del "Mayordomo infiel" en donde no se dan nombres propios, pero en la del "Rico y Lázaro" se hablan de nombres propios de personas y lugares que la Biblia menciona como Abraham y el Hades. Sea parábola o no, queremos meditar en esta preciosa enseñanza, leemos en Lc.16:19...
"Había cierto hombre rico que se vestía de púrpura y lino fino, celebrando cada día fiestas con esplendidez. Y un pobre llamado Lázaro yacía a su puerta cubierto de llagas, ansiando saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; además, hasta los perros venían y le lamían las llagas".
La mayoría de nosotros nos hemos identificado con Lázaro, como pobres y sufridos en esta vida, y lo cierto es que sí traemos llagas en nuestro ser espiritual, hemos sido lastimados en el transcurso de la vida e igual que Lázaro, no podemos defendernos de "los perros" que vienen a lamernos las llagas. En la Biblia se pueden asociar a los perros con malos espíritus que añaden más dolor y confusión a las heridas. Esos perros nos dicen al corazón, por ejemplo:
"Ella te dijo eso porque tú eres torpe y muy poca cosa, nadie te respetará nunca" o " tu esposo es cruel contigo porque ya no te ama, deberías pensar en el divorcio", y palabras así por el estilo, que le agregan veneno al dolor emocional. Es fácil auto-compadecernos cada vez que nos hieren, pero también podríamos pensar en las veces en que estamos en el papel del "hombre rico" ¡no se trata siempre de dinero! Analicemos este hombre:
- Era rico.
- Vestía de púrpura y lino fino.
- Hacía cada día banquete con esplendidez.
- Murió y no fue recibido por ángeles de Dios.
- Apareció en el Hades, en tormentos.
- Abraham le llama 'Hijo'.
- El Rico le dice 'Padre' a Abraham.
- Tenía 5 hermanos.
- Pablo dice que somos herederos del Reino y Dios es rico para con nosotros (Ef.1:18; Rm.10:12)
- Las ropas nos recuerdan las vestiduras del real sacerdocio al que hemos sido llamados por Cristo.
- Nos ha sido dado nuestro pan diario cada vez que buscamos estar en la presencia del Señor, orando y meditando en Su palabra, asistiendo a nuestras reuniones de iglesia donde nos es impartido el Pan de Vida. Eso es un verdadero banquete en tiempos donde muchos buscan la verdad y no saben a dónde ir.
- Somos hijos de Abraham por la fe (Gal.3:7)
- El Rico tenía cinco hermanos. En la Biblia el número 5 significa "gracia" y esa gracia es la que ha sido derramada sobre los gentiles desde hace muchos años para que alcancemos salvación y busquemos al Señor con todas nuestras fuerzas.
Sus riquezas no fueron el pecado, fue su indiferencia a las necesidades de otro hijo de Abraham. Así de fácil podemos caer en el Hades. Cuando sabemos hacer lo bueno y no lo hacemos (Santiago 4:17)
¿Has buscado en tu casa a cuántos Lázaros puedes dar unas migajas? Unas migajitas de tu amor o de tu tiempo para tu cónyuge, tus hijos, abuelos, etc.
¿Has buscado en tu casa a cuántos Lázaros puedes dar unas migajas? Unas migajitas de tu amor o de tu tiempo para tu cónyuge, tus hijos, abuelos, etc.
Unas palabras de ánimo a tus hermanos en Cristo que están desanimados.
Quizá sabes de alguien en tu congregación que no tiene empleo y no sabes cómo hace para comer o pagar la renta y tú malgastas tu dinero pudiendo dar una ofrenda anónima (ya sabes, "que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha" )
Pecado también son las cosas que no hacemos y que el Padre Celestial espera que hagamos como hijos de un Dios misericordioso y compasivo.
Tal vez, hay Lázaros que ya no soportan una crítica más, están tan llagados...Tú puedes ahorrar tus palabras y no hablar duramente de cada error que cometan. Tan sólo hacen lo mejor que pueden.
Habrá días en que somos como aquel Hombre Rico, y podemos saciar a los demás y alegrarles su corazón, para que cuando lleguen los días en que seamos Lázaros, nosotros también seamos saciados y consolados por nuestro amoroso Dios, incluso a través de aquellos mismos que antes habíamos saciado.
Señor enséñanos compartir nuestros bienes con otros y no dejar que nuestro corazón se endurezca para con nuestros semejantes!!
ResponderEliminarAmén. Tenemos muchas bendiciones para compartir.
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