Ann Cutler (1759 - 1794)
Extracto del Libro: Ellos Conocieron a Su Dios. Volumen 3. E.F. & L. Harvey y E. Hey. Pág. 77-79
Extracto del Libro: Ellos Conocieron a Su Dios. Volumen 3. E.F. & L. Harvey y E. Hey. Pág. 77-79
Nació en Preston, Inglaterra en 1759. Se sabe poco acerca de esta extraordinaria joven, tan despreocupada de la vida y tan concentrada en el reino de Dios, que tuvo una breve vida
de sólo 35 años. Sin embargo, sabemos que Dios la usó para llevar avivamientos a las áreas mineras y tejedoras del norte de Inglaterra.
Ann Cutler no parecía ser de este mundo, sino más bien tenía la apariencia de un ser puro descendido del cielo para bendecir a la Iglesia en esos días de lucha. Consagró su vida de soltera para poder ser usada por Dios en el servicio a los demás. Ella escribió: "Yo soy tuya, bendito Jesús", e hizo un pacto: "¡Yo soy totalmente tuya! Yo no tendré a nadie sino a ti. Preserva mi alma y mi cuerpo puros a tu vista. Dame la fuerza para apartarme de toda clase de mal. Mantenme pura en mi apariencia, pura en mis palabras, una virgen casta para Cristo siempre. Yo te prometo sobre mis rodillas dobladas que, si eres mío, yo seré tuya, y no me aferraré a nadie más en este mundo. Amén".
Ann Cutler raramente se dirigió en público a la gente; su poder residía en sus oraciones, que lograban derretir a las más duras asambleas. Ella era "pronta en la oración". Como el salmista, tenía la costumbre de levantarse a media noche para reunirse con Dios; y desde su hora normal para levantarse, las cuatro en punto, hasta las cinco, ella pasaba "suplicando por sí misma, por la sociedad, los predicadores y por toda la iglesia".
En 1794 Ann murió como había vivido. En la mañana de su partida, antes del amanecer ella empezó a "dar gloria a la siempre bendita trinidad", y por un tiempo considerable continuó diciendo: "Gloria sea al Padre, gloria sea al Hijo y gloria sea al Espíritu Santo". Finalmente, mirando a sus acompañantes, exclamó: "Yo voy a morir. ¡Gloria sea a Dios y al Cordero por siempre!" Estas fueron sus últimas palabras.
Ester 4:8-16 LBLA
Entonces Mardoqueo les dijo que respondieran a Ester: No pienses que estando en el palacio del rey sólo tú escaparás entre todos los judíos. Porque si permaneces callada en este tiempo, alivio y liberación vendrán de otro lugar para los judíos, pero tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para una ocasión como ésta tú habrás llegado a ser reina?
Y Ester les dijo que respondieran a Mardoqueo: Ve, reúne a todos los judíos que se encuentran en Susa y ayunad por mí; no comáis ni bebáis por tres días, ni de noche ni de día. También yo y mis doncellas ayunaremos. Y así iré al rey, lo cual no es conforme a la ley; y si perezco, perezco.
1 Reyes 8:29-30 LBLA
que tus ojos estén abiertos noche y día sobre esta casa, hacia el lugar del cual has dicho: "Mi nombre estará allí," para que oigas la oración que tu siervo hará sobre este lugar. Y escucha la súplica de tu siervo y de tu pueblo Israel cuando oren hacia este lugar; escucha tú en el lugar de tu morada, en los cielos; escucha y perdona.
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