¿En Dónde Está Su Tesoro?


Extracto del Libro: Para Este Tiempo 

Autora: Bárbara Byers | Pág. 59-61


¿Qué clase de persona era la esposa de Lot? 

¿Por qué no quería irse de Sodoma?

Mateo 6:21 nos instruye: "Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón". Había algo en el corazón de la esposa de Lot que la inclinaba a desear estar en Sodoma, por lo que no pudo evitar volver a ver cuando el fuego de Dios caía sobre esa ciudad.

Los ángeles del Señor le habían dicho a la familia de Lot que el juicio caería sobre Sodoma y que la ciudad sería destruida. A pesar de eso, la esposa de Lot y su familia no se decidían a salir de ella. La incertidumbre en sus corazones era tal, que los ángeles tuvieron que tomarlos de las manos para sacarlos de la ciudad. Finalmente, ella obedeció y salió de Sodoma, pero no pudo hacer caso a la advertencia de no volver a ver.

¿Por qué las esposa de Lot no pudo obedecer esa advertencia?

Porque una parte de ella estaba todavía en Sodoma. Ella amaba las cosas de Sodoma. El amor por el mundo estaba profundamente arraigado en su corazón.

¡No Titubee!

El mensaje de la mujer de Lot es sumamente relevante para la hora que vivimos; por eso, Jesús la mencionó en el contexto de los últimos días. Él sabía que, en el tiempo del fin, uno de los males que literalmente socavaría los cimientos de la iglesia sería el amor por este mundo. Tan grande ha sido el deterioro de sus cimientos que, todos los valores sobre los que la Iglesia estuvo fundada por generaciones, han empezado a desmoronarse. 

Hemos permitido que el amor por este mundo llene nuestro ser y gobierne la forma en que vivimos.

Parte de la indecisión de la esposa de Lot para salir de Sodoma se debió seguramente a su apego al tipo de vida que disfrutaba allí. Pero es casi seguro que también existía otra razón para voltear a ver. Ella estaba dejando atrás al resto de sus hijos, que habían rehusado hacer caso a la advertencia de los ángeles.

Los ángeles le preguntaron a Lot: "¿Tienes aquí alguno más?" Pero inmediatamente añadieron: "...yernos, y tus hijos y tus hijas, y todo lo que tienes en la ciudad, sácalo de este lugar..."(Gén. 19:12).

Es difícil imaginar que los ángeles ordenaran a Lot que sacara a sus hijos e hijas si él solamente hubiera tenido hijas. Ellos sabían exactamente quiénes eran los hijos de Lot, porque habían sido enviados por Dios para rescatarlo junto con su familia. Así que, al mencionar a "sus hijos", tenían que estarse refiriendo a, por lo menos, a dos hijos...

[...] ¿Cómo pueden los padres guiar a sus familias en los caminos del Señor si permiten a sus hijos sumergirse diariamente en la cloaca del mundo? A la vez que es interesante, también es horrible que los ángeles se refirieran a los hijos de Lot y que no mencionaran a alguna nuera que estuviera casada con uno de ellos. Si Lot tenía hijos, seguramente no estaban casados. ¿Por qué lo decimos? Porque ellos habían sido tragados por la cloaca donde Lot había escogido vivir, y eran homosexuales. ¿Cómo podemos saber esto? Porque la Biblia dice que todos los hombres de Sodoma, tanto jóvenes como viejos, intentaron violar a los ángeles que estaban hospedados en la casa de Lot (Gén. 19:4). Si todos los hombres de Sodoma estaban allí, entonces sus propios hijos también estaban entre esa perversa muchedumbre.

Apostando con las probabilidades

Nos estamos engañando a nosotros mismos si pensamos que podemos sumergir a nuestros hijos en la inmundicia de este mundo, sin perderlos en manos de Satanás. En una encuesta reciente se estableció que el 85% de todos los niños que provienen de hogares cristianos y asisten a las escuelas, terminan olvidándose de los caminos del Señor. La buena noticia es que, por encima del 93% de los niños de hogares cristianos que estudian en casa, continúan caminando con el Señor cuando llegan a la edad adulta.
¿Con cuáles probabilidades estamos apostando por los destinos eternos de nuestros hijos?
[...] La mayoría de los padres están dispuestos a arriesgarse. Escogen someter a su hijos todos los días, durante horas, a la influencia de compañeros que consumen drogas, alcohol, cigarrillos, que están involucrados en sexo promiscuo, y en muchas otras cosas viles. Nuestros hijos enfrentan las más grotescas burlas e incluso persecución de los compañeros que nosotros les hemos escogido al enviarlos a la escuela. Muy pocos de ellos serán capaces de resistir la embestida.
¿Qué es lo que está en juego?
¡Sus almas eternas!



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