Extracto del libro | La Victoria Final: ¿El Año 2000? | pág. 164-166
Autor | Marvin Byers
Lucas 21:36 Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.
Muchos también usan éste como un texto que prueba un Rapto Pretribulacional.[...] Estoy totalmente de acuerdo en que e contexto aquí es indudablemente sobre los últimos días. Sin embargo, el hecho que a una persona se le permita "escapar de todas estas cosas" no es prueba que la persona esté en el cielo para hacerlo. Aquí es donde ha entrado especulación en la interpretación.
Noé escapó, y él es una revelación clara sobre los últimos tiempos, según la enseñanza de Cristo. Él fue "totalmente salvo", aunque estuvo sobre la tierra durante todo el tiempo de juicio. Es más, en este mismo capítulo de Lucas, Cristo nos promete grandes pruebas (v. 16-19), pero también promete que, en medio de ellas, "ni un cabello de vuestra cabeza perecerá". Definitivamente, esto será "escapar", sin ser removido.
Dios jamás Permitiría que Su Esposa Sufriera
Esta declaración se oye a menudo, aunque a veces se exprese de una manera mucho más emotiva-"¡El Señor no va a regresar por una esposa maltrecha!". Pablo dice que la mujer a que se refiere Isaías 54:1 es la Jerusalén celestial, "madre de todos nosotros" (Gálatas 4:26). Por Apocalipsis 21:2 sabemos que la Jerusalén celestial es la Esposa de Cristo. Al leer más adelante en Isaías 54, descubrimos unos detalles más en cuanto a lo que sucederá con esa mujer en los últimos días. El contexto deja claro que aquí Él habla de Su esposa, la Iglesia, porque el verso 5 dice: "tu marido es tu Hacedor". Luego, en el verso 7, Él le dice a ella: "Por un breve momento te abandoné, pero te recogeré con grandes misericordias".
En caso que no hayamos entendido a qué tiempo de la historia se refiere este pasaje, Él explica en el verso 9: "Porque esto me será como en los días de Noé, cuando juré que nunca más las aguas de Noé pasarían sobre la tierra; así he jurado que no me enojaré contra ti, ni te reñiré".
Ya que Cristo enseñó que los últimos días serán como los días de Noé, el contexto es claro. Al igual que Pablo, Isaías también reveló el difícil viaje por el desierto que le espera al pueblo de Dios en el fin.
Además de las batallas espirituales para la iglesia, esto ciertamente incluye las calamidades naturales que Israel natural enfrenta en el Medio Oriente, calamidades diseñadas para llevar al remanente del Señor a una relación eterna de amor con Él.
Si creemos que el Señor jamás trataría severamente con Su esposa, ese podría ser un indicio que en nuestros corazones está la actitud de la iglesia de Laodicea. Esa iglesia declara que es rica y que no necesita nada. En vez de ser pobre en espíritu, tiende a ver cuán bien está espiritualmente. ¿Cuál es nuestra actitud de corazón? Los pobres en espíritu ven su propia necesidad de más gracia y misericordia del Señor.
Si tan sólo pudiéramos ver que estamos vestidos con harapos inmundos, en vez de vestiduras de boda, entenderíamos que el Señor tendría que hacer algo para despertar y preparar a la esposa a quien Él tanto ama.
Los días que están a las puertas cumplirán, efectivamente, ese propósito. Por lo menos, en las vidas de aquellos que, honestamente, anhelan a Dios, más que a su propio camino. El asunto más importante para nosotros no es que lleguemos a la doctrina correcta, sino que lleguemos a la meta de Dios para nuestra vida-que la vida de Cristo sea formada en nosotros. ¡Algo aún más importante que escudriñar las Escrituras es escudriñar nuestro propio corazón, para considerar nuestros caminos y volvernos a Dios con todo lo que hay en nosotros! Él ama tener misericordia del que de todo corazón sabe que necesita misericordia.
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