Ir al contenido principal

El Verdadero Arrepentimiento

Extracto del libro: El Verdadero Arrepentimiento
Autor: Charles G. Finney

Ya es hora de que los que profesan ser religiosos aprendan a discriminar mucho más de lo que hacen con respecto a la naturaleza y carácter de varios aspectos de la religión. Si fuera así, la Iglesia no estaría llena de profetas falsos y sin provecho. Últimamente me he dedicado a examinar, una y otra vez, la razón por la que hay tanta religión espuria, y he procurado averiguar la causa de este problema. Es notorio que hay multitudes de personas que se consideran religiosas y que no lo son, a menos que la Biblia sea falsa. ¿Por qué hay tantos que se engañan? ¿Por qué hay tantos que tienen la idea de que se han arrepentido cuando todavía son pecadores impenitentes? La causa está, sin duda, en la falta de la instrucción que le permitiría discriminar los fundamentos de la religión, y especialmente lo que es arrepentimiento verdadero y arrepentimiento falso. 

I. Voy a mostrar ahora qué es verdadero arrepentimiento

Implica un cambio de opinión respecto a la naturaleza del pecado, y este cambio de opinión va seguido de un cambio correspondiente de los sentimientos respecto al pecado. El sentimiento es el resultado del pensamiento. Y cuando este cambio de opinión es tal que produce un cambio correspondiente de sentimiento, si la opinión es recta y hay el sentimiento correspondiente, esto es verdadero arrepentimiento. Hay que tener la opinión recta. La opinión adoptada ahora ha de ser una opinión semejante a la que Dios tiene respecto al pecado. La tristeza según Dios, tal como Dios requiere, debe proceder de un punto de vista del pecado como el que tiene Dios. 

Primero: Tiene que haber un cambio de opinión respecto al pecado. 

1. Un cambio de opinión respecto a la naturaleza del pecado. Al que se ha arrepentido verdaderamente, el pecado le parece algo muy diferente que a aquel que no se ha arrepentido. En vez de mirarlo como una cosa deseable o fascinante, le parece algo aborrecible, detestable, y se asombra de que él hubiera deseado algo así. Los pecadores impenitentes pueden mirar al pecado y ver que está destruyéndoles, porque Dios va a castigarles por este pecado; pero, después de todo, parece tan deseable en sí, lo aman tanto, que no quieren separarse de él. 

Si el pecado pudiera terminar en la felicidad, ésta sería su porción definitiva. Pero, para el otro, el que se arrepiente, es diferente; este mira su propia conducta como algo aborrecible. Mira hacia atrás y exclama: «¡Qué detestable, qué odioso, cuán digno del infierno; y esto estaba antes en mí!». 

2. Un cambio de opinión del carácter del pecado con respecto a su relación con DiosLos pecadores no ven por qué razón Dios amenaza al pecado con castigos tan terribles. Lo aman tanto que no pueden ver por qué Dios tiene que considerarlo merecedor de un terrible castigo. Cuando han sido redargüidos de pecado lo ven bajo la misma opinión que un cristiano, y solo desean el cambio de sentimiento correspondiente para llegar a ser cristianos. 

Muchos pecadores ven su relación con Dios como merecedora de la muerte eterna, pero su corazón no va con su opinión. Este es el caso de los demonios y los malos espíritus en el infierno. Nótese, sin embargo, que es necesario un cambio de opinión para el verdadero arrepentimiento y siempre le precede. El corazón nunca va a Dios con un verdadero arrepentimiento a menos que haya un cambio previo de opinión. Puede haber un cambio de opinión sin arrepentimiento, pero no hay arrepentimiento genuino sin un cambio de opinión. 

3. Un cambio de opinión con relación a las tendencias del pecado. Antes el pecador piensa que es increíble que el pecado pueda ser merecedor, por sí solo, de un castigo eterno. Es posible que cambie de punto de vista en cuanto a esta opinión sin que se arrepienta, pero es imposible que alguien se arrepienta verdaderamente sin un cambio de opinión. El hombre ve el pecado en su tendencia, como destructor para él y para los demás, para el alma y el cuerpo, para el tiempo y la eternidad, y discrepando con todo lo que es bueno y feliz en el universo. Ve que el pecado es apropiado en sus tendencias para causar daño a todo y causárselo a él mismo, y que no hay remedio para él mismo excepto el abstenerse de modo universal a este. El diablo lo sabe también. Y es posible que lo sepan algunos pecadores que se hallan ahora en esta congregación. 

4. Un cambio de opinión con respecto al merecimiento del pecado. La palabra traducida como arrepentimiento implica todo esto. El pecador descuidado carece casi de ideas rectas, incluso en cuanto se refiera a esta vida, respecto al merecimiento del pecado. Aun suponiendo que admite en teoría que el pecado merece la muerte eterna, no lo cree. Si lo creyera le sería imposible seguir siendo un pecador descuidado. Está engañado si supone que él, de modo sincero, acepta la opinión de que el pecado merece la ira de Dios para siempre. Pero el pecador que ha sido despertado y redargüido ya no tiene más dudas de esto que de la existencia de Dios. Ve claramente que el pecado merece el mayor castigo de parte de Dios. Sabe que esto es un simple hecho. 

Segundo: En el verdadero arrepentimiento tiene que existir el cambio de sentimiento correspondiente. 

El cambio de sentimiento se refiere al pecado en todos estos puntos: su naturaleza, sus relaciones, sus tendencias y su merecimiento. El individuo que se arrepiente verdaderamente no solo ve el pecado como detestable y ruin, merecedor de aborrecimiento, sino que realmente lo aborrece, lo odia en su corazón. Una persona puede ver el pecado como perjudicial y abominable; con todo su corazón lo ama, lo desea, se adhiere a él. Pero cuando se arrepiente verdaderamente lo aborrece de todo su corazón y renuncia al mismo. 

En relación con Dios, su sentimiento respecto al pecado es tal como este merece. Y aquí está la fuente de este torrente de tristeza en el cual los cristianos irrumpen cuando contemplan el pecado. El cristiano lo ve en cuanto a su naturaleza y, simplemente, siente aborrecimiento. Pero cuando lo ve en relación con Dios, entonces llora; las fuentes de su tristeza siguen manando, y quiere librarse de él, postrarse y dejar correr un torrente de lágrimas por sus pecados. Luego, en cuanto a las tendencias del pecado, el individuo que se arrepiente verdaderamente lo ve tal cual es. 

Cuando mira al pecado en sus tendencias, se despierta en él un deseo vehemente de pararlo, de salvar a la gente de sus pecados, de hacer volver hacia atrás el arrollador avance de la muerte. Se enciende su corazón, se pone a orar, a trabajar, a arrancar a los pecadores del fuego con toda su fuerza, a salvarlos de las terribles tendencias del pecado. Cuando el cristiano pone su mente en esto, va a moverse para que los hombres renuncien a sus pecados. Es como si viera a los hombres beber veneno, que sabe que los destruirá, y levanta la voz, advirtiéndoles que vigilen. 

II. Voy a mostrar cuáles son los frutos o efectos del arrepentimiento genuino. 

Quiero mostrar que vosotros sois la obra del verdadero arrepentimiento y dejar claro en vuestra mente que podéis saber de modo infalible si os habéis arrepentido o no. 

1. Si tu arrepentimiento es genuino hay en tu mente un cambio consciente en los puntos de mira y los sentimientos respecto al pecado. De esto serás tan consciente como lo has sido antes a un cambio de miras y de sentimientos con respecto a cualquier otro tema en la vida. ¿Cómo puede saberse? Porque en este punto ha habido un cambio en ti, las cosas viejas han sido abandonadas y todas las cosas han sido hechas nuevas. 

2. Cuando el arrepentimiento es genuino, la disposición para volver a pecar desaparece. Si te has arrepentido de veras ya no amas el pecado; no te abstienes de él por miedo, no lo evitas por el castigo, sino que lo odias. ¿Qué dices tú a esto? ¿Tienes la seguridad de que tu disposición a cometer el pecado ha desaparecido? Mira a los pecados que acostumbrabas practicar cuando eras impenitente, ¿qué tal te parecen ahora? ¿Te parecen agradables? ¿Te gustaría volver a practicarlos si te atrevieras? Si es así, si te queda la disposición para pecar, es que solo has sido redargüido de pecado. Tus opiniones sobre el pecado pueden haber cambiado, pero si permanece el amor al pecado, ten la absoluta certeza de que eres todavía un pecador impenitente. 

3. El arrepentimiento genuino obra una reforma de la conducta. Entiendo que esta idea está principalmente indicada en el texto donde dice: «La tristeza que es según Dios produce un arrepentimiento para salvación». El arrepentimiento según Dios produce una reforma de la conducta. De otro modo, es una repetición de la misma idea; es decir, que el arrepentimiento produce arrepentimiento. Por ello supongo que el apóstol está hablando de un cambio en la mente que produce un cambio de conducta que termina en salvación. 

Permíteme ahora preguntarte si estás realmente reformado. ¿Has abandonado tus pecados? ¿O los estás practicando todavía? Si es así, todavía eres un pecador. No importa cuánto haya cambiado tu mente, si no ha traído un cambio de conducta, tu reforma real no es arrepentimiento según Dios, o sea, el que Dios aprueba. 

4. El arrepentimiento, cuando es verdadero y genuino, conduce a la confesión y a la restitución. El ladrón no se ha arrepentido en tanto que guarda el dinero que ha robado. Puede tener convicción de pecado pero no arrepentimiento. Si se ha arrepentido, ha devuelto el dinero. Si tú me has estafado y no me devuelves lo que me has quitado injustamente, o si has injuriado o perjudicado a alguien y no has rectificado el daño que causaste, por lo que a ti te afecta, no te has arrepentido verdaderamente. 

5. El verdadero arrepentimiento es un cambio permanente de carácter y de conducta. El texto dice que es arrepentimiento para salvación, del que «no hay que tener pesar». ¿Qué quiere decir el apóstol con esta expresión sino que el verdadero arrepentimiento es un cambio tan profundo y fundamental que el hombre no se vuelve atrás otra vez? La gente lo lee a veces como diciendo: un arrepentimiento del que uno no tiene por qué arrepentirse. Pero esto no es lo que dice. 

Repito: es un arrepentimiento del que, el que lo hace, ya no se vuelve atrás. El amor al pecado es verdaderamente abandonado. El individuo que se ha arrepentido verdaderamente, que ha cambiado sus opiniones y sus sentimientos, ya no cambiará otra vez, no volverá a amar el pecado. Recuerda esto bien, que el pecador penitente verdadero experimenta sentimientos de los que no volverá a arrepentirse. 

El texto dice que son «para salvación». Va directo al mismo descanso del cielo. La misma razón por la que termina en salvación es que no vuelve a arrepentirse de haberlo hecho. Y aquí no puedo por menor que hacer resaltar que se ve por qué la doctrina de la Perseverancia de los Santos es verdadera, y lo que significa. El verdadero arrepentimiento es un cambio de sentimientos tan completo y el individuo que lo experimenta llega a aborrecer de tal modo el pecado, que perseverará en él, y no se volverá atrás de su arrepentimiento para volver al pecado otra vez.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Etam

"Y partieron de Sucot y acamparon en Etam, al borde del desierto."  (Éxodo  13:20)   Esta fue la segunda jornada de los hijos de Israel. Era el lugar límite entre el río Nilo y el desierto. La entrada al largo y duro desierto. A sus espaldas dejaban las tierras fértiles del único mundo que habían conocido para aventurarse, guiados por el buen pastor, en un viaje que duraría 40 años. Y no precisamente  porque Dios lo quiso así, fue su recurrente incredulidad la que les hizo dar rodeos tantos años. Aún así, es hermoso saber que al inicio de este viaje, el Todo Poderoso ¡ya sabía todo lo que acontecería a su pueblo! y a pesar de sus pecados y errores él los guió a un plan maestro de redención. Al ser vez primera que los israelitas cruzarían el desierto, ya no podían depender de sus propias fuerzas. Etam es el lugar para los cristianos donde el Señor nos lleva al final de la confianza propia.   Romanos 7:18  "Porque yo sé que en mí, es decir, en mi ...

Smith Wigglesworth: "Apóstol de fe"

Resucitar a los muertos fue sólo una de las increíbles facetas del ministerio de Smith Wigglesworth. Para él la simple obediencia a lo que uno creía no era una característica extraordinaria; era simplemente el fruto de la fe. Se dice que su propia fe era inquebrantable y algunas veces implacable. Pero también se dice que poseía una unción especial para la enseñanza y un claro sentido de la compasión, que tenían por fruto incontables salvaciones y milagros en su ministerio, todos los días. Por Roberts Liardon  Smith nació el 8 de junio de 1859 en un pequeño pueblo de Inglaterra. Aunque sus padres no eran cristianos, no hubo nunca un tiempo en que el joven Smith no buscara a Dios. No le enseñaron a orar en su hogar, pero siempre estaba en esa búsqueda por su cuenta. Su abuela era una antigua wesleyana que creía en el poder de Dios y siempre hacía que Smith la acompañara a las reuniones. Cuando Smith cumplió ocho años, quiso cantar él también en la iglesia. Al comenzar a cantar, "un ...

El Holocausto Continuo

Después de la caída de Adán, la primera historia que menciona la Biblia es sobre dos hombres ofreciendo sacrificios. El Señor les mostró el Holocausto Continuo para que el hombre fuese restaurado. Holocausto Continuo: es cuando sacrificamos al Señor alabanza y oración en la mañana y en la tarde.  Tiene varios nombres, algunos le llaman altar familiar , oración familiar , devocional personal , etc.  Desde el principio Dios estableció este continuo sacrificio leamos en  Éxodo 29:38-46   " Esto es lo que ofrecerás sobre el altar: dos corderos de un año cada día, continuamente.  Ofrecerás uno de los corderos por la mañana, y el otro cordero ofrecerás a la caída de la tarde. Además, con cada cordero una décima parte de un efa de flor de harina amasada con la cuarta parte de un hin de aceite de olivas machacadas; y para la libación, la cuarta parte de un hin de vino.  Y ofrecerás el otro cordero a la caída de la tarde, haciendo conforme a la ofrenda de la mañan...

Cabecearon Todas...

Extracto del Libro: Cabecearon Todas y Se Durmieron pág. 125-126| Autor: Marvin Byers. Desafortunadamente, las diez vírgenes cabecearon y se durmieron como resultado de la demora del esposo. Sin importar por qué lo hicieron, no podía haber sido la reacción correcta para ninguna de ellas. ¿Sería menos trágico que cuando los discípulos se durmieron en Getsemaní? Ellos durmieron y dejaron que el Salvador enfrentara, con gran dolor, una batalla abrumadora por sus propias almas. Él se dolió solo (Mr. 14:34-37). Hoy, las diez vírgenes, que simbolizan el Reino de Dios, duermen mientras el Esposo se regocija de que está cercana la hora por la cual murió-Sus bodas. Pero Él se goza solo, porque Su Esposa cabecea y se duerme. Algunos podrían responder: "Pero yo no estoy durmiendo. Yo no me he apartado del Señor" . Si una persona ha entrado en un cabeceo y sueño en sentido espiritual, no significa necesariamente que se haya apartado del Señor. En Marcos 13:32-37 descubrimos que, en el co...

La llamada en Dofca

Imagen de Kerstin Riemer en Pixabay   Números 3:11  Dofca, en el diccionario Strong, viene de la  raíz 'dafác'  raíz primaria; golpear, llamar; por analogía presionar severamente:-fatigar, golpear. Habrá momentos de nuestro viaje por el desierto, que el Señor de Gloria llama a nuestra puerta. En el Nuevo Testamento leemos algo parecido, "He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo." (Ap.3:20) Para muchos esta promesa es difícil de creer, pero Jesús nos dice: no importa quién seas, o cuál es tu condición. Nadie está descalificado. La dureza de tu corazón, no es más fuerte que Dios. Él nos ruega, nos anhela, y en todo este viaje hasta aquí, el motivo de su esfuerzo es que alguien le abra la puerta de su vida para cenar con él. He aquí el testimonio de  Stephen Grellet (1773-1855)  una vida que le abrió la puerta al Señor: "(...) empecé a leer la Biblia con la ayuda de u...

Avivamiento en las Islas Hébridas – Duncan Campbell

En 1949 se produjo en las Islas Hébridas uno de los Avivamientos más extraordinarios de la Historia de la Iglesia. Y todo comenzó con la oración de dos hermanas de 84 y 82 años de edad. El siguiente es el relato dado por el predicador Duncan Campbell, testigo presencial de los maravillosos hechos.  (Tomado de la revista “La Trompeta de Dios”, no. 63, may-jun 1990) “Ante todo, quiero decir que yo no produje el avivamiento en Lewis, sino que empezó antes de que yo llegara a la isla" COMO EMPEZÓ EL AVIVAMIENTO EN LEWIS Un día al atardecer, una mujer ciega de 84 años, tuvo una visión. Esta anciana querida, Margarita, vio en la visión a la iglesia de sus padres llena de jóvenes y a un ministro desconocido en el púlpito. Estaba tan emocionada por esta visión que llamó al pastor y se la contó. El pastor de la colonia era un hombre que temía a Dios y anhelaba verlo obrando, había tratado muchas cosas para interesar a los jóvenes de la parroquia, pero ni siquiera un adolescente as...

Una Entrega total - Rees Howells

Extracto del Libro |  REES HOWELLS INTERCESOR Autor | Norman Grubb | Capítulo Veintidós |  Pág. 68-72 Poco después de volver de la isla de Madeira, Rees Howells se casó con Elizabeth  Ana Jones, quien también era de Brynamman. Esto sucedió el 21 de diciembre de 1910. Se  habían conocido desde la niñez. Después de meses de intensa convicción, ella nació de  nuevo durante el Avivamiento Gales. Más tarde, llegó a ser uno de los componentes del  grupo de voluntarios en el pueblito, y el Señor los fue uniendo gradualmente hasta que  llegaron a pensar si sería la voluntad de Dios que se casaran y formaran un hogar para los  vagabundos. Sin embargo, poco después fueron guiados en la dirección opuesta: Abandonar la idea del matrimonio, sin saber si la oportunidad les sería restaurada.  Fue tres  años más tarde que les vino palabra del Señor diciendo que sus vidas deberían unirse para  Su servicio. Siendo una totalmente con él en su forma de...

Hermano Yun, sobreviviente de la iglesia escondida en China

Este es un extracto del libro “ El Hombre Celestial ” cuenta la historia de un cristiano en China torturado y perseguido por el regimen comunista: En algunas ocasiones lloraba para mis adentros mientras hablaba en las iglesias occidentales. Parecía que allí faltaba algo que dejaba en mi interior un sentimiento deprimente. Muchas reuniones son frías y carentes del fuego y de la presencia de Dios que disfrutamos en China. En Occidente muchos cristianos tienen abundancia de posesiones materiales, pero viven en un estado de apatía y abandono espiritual. Tienen oro y plata, pero no se ponen en pie y caminan honrando a Jesús. En China no tenemos posesiones a las que aferrarnos, no hay nada que nos frene para entregarnos al servicio del Señor. La iglesia en china es como Pedro en la puerta Hermosa. Cuando vio al mendigo lisiado, le dijo: “No tengo plata ni oro (…) pero lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡Levántate y anda!”. Hechos 3:6 Oro pidiendo que Dios use de una...