Ir al contenido principal

Arrumbados. ¿Por qué?


Extracto del libro | CARTAS DESDE EL SUFRIMIENTO 
Autor: C. H. Spurgeon

Las acometidas de la enfermedad son misteriosas. Cuando el Señor está usando a un hombre para Su gloria, es muy singular que le hiera súbitamente, y suspenda Su utilidad. Tiene que ser algo bueno, pero, la razón de ello no se ve por ningún lado cerca de la superficie. Al pecador cuyos actos contaminan a la sociedad en la que se mueve, se le permite frecuentemente, año tras año, derrochar su vigor inagotable infectando a todos los que se le acercan. Ninguna enfermedad lo aparta de su ministerio mortal, ni siquiera durante una hora; siempre está en su puesto, siempre está lleno de energía en su misión de destrucción. 

¿Cómo es que un corazón ávido del bienestar de los hombres y de la gloria de Dios, se ve obstaculizado por una constitución enfermiza, y ve sofocada su máxima utilidad por causa de los ataques de una dolorosa enfermedad? Podríamos hacernos esa pregunta si la hiciéramos sin murmurar, pero, ¿quién nos la respondería? Cuando el avance de un cuerpo de soldados es detenido por un fuego hostil que esparce dolorosas heridas por todos lados, entendemos que esto es sólo uno de los incidentes naturales de la guerra; pero si un comandante detuviera a sus tropas en medio de la batalla y procediera con su propia mano a eliminar a algunos de sus más celosos guerreros, ¿acaso no nos quedaríamos desconcertados tratando de entender sus motivos? 

Felizmente para nosotros, nuestra dicha no depende de nuestro entendimiento de la providencia de Dios: somos capaces de creer aquello que no somos capaces de explicar, y nos contentamos con dejar mil misterios sin resolver antes que tolerar una sola duda en cuanto a la sabiduría y la bondad de nuestro Padre celestial. 
La penosa dolencia que pone al ministro cristiano hors de combat (fuera de combate) cuando es más necesitado en el conflicto, es un tipo de mensajero del Dios de amor y ha de ser recibido como tal: esto lo sabemos, pero no podríamos explicarnos con precisión por qué es así.
Hemos de considerar esto más detenidamente. ¿Acaso no es bueno que nos veamos perplejos y confundidos y como resultado de ello nos veamos forzados a ejercitar la fe? ¿Sería bueno para nosotros que las cosas fueran tan ordenadas que nosotros mismos pudiéramos ver la razón de cada dispensación? ¿Podría ser en verdad el designio del amor divino, suprema e infinitamente sabio, que pudiéramos medirlo con nuestra corta cinta métrica de la razón? 
Si todas las cosas fueran ordenadas de conformidad a nuestro criterio de lo que es conveniente y adecuado, ¿acaso no permaneceríamos siendo tan necios y soberbios como niños mimados y malcriados? ¡Ah, es bueno que seamos sacados de nuestra ignorancia para hacernos nadar en las dulces aguas del amor poderoso! Nosotros sabemos que es supremamente bienaventurado ser compelidos a abandonar el ego, a renunciar al deseo y a la opinión, y a quedarnos tranquilos en las manos de Dios.

Es de suma importancia que seamos conservados siendo humildes. La conciencia de la importancia propia es un odioso engaño, pero es un engaño en el que caemos tan naturalmente como crecen las hierbas sobre un muladar. Nosotros no podemos ser usados por el Señor cuando soñamos también con nuestra grandeza personal, cuando nos consideramos indispensables para la iglesia, y cuando sentimos que somos pilares de la causa y cimientos del templo de Dios. No somos nada ni somos alguien, pero es muy evidente que no lo consideramos así, pues tan pronto como somos arrumbados, comenzamos a preguntarnos ansiosamente: “¿Cómo progresará el trabajo sin mí?” Es como si la mosca que viaja en el coche del correo preguntara: “¿Cómo serán transportadas las cartas sin mí? ” Hombres mucho mejores han sido depositados en la tumba sin haber llevado la obra del Señor a su culminación, y, ¿nos vamos a enojar e irritar porque por un breve tiempo debemos permanecer sobre el lecho de la languidez?

Si fuéramos arrinconados solamente cuando se puede prescindir de nosotros, no constituiría ninguna reprensión para nuestro orgullo; pero si nuestra fuerza se debilita en el camino en la precisa ocasión en que nuestra presencia pareciera ser más necesaria, es la manera más segura de enseñarnos que no somos necesarios para la obra de Dios, y que cuando somos más útiles, Él puede fácilmente prescindir de nosotros. Si esta es la lección práctica, la aspereza de la enseñanza puede ser soportada fácilmente, pues, con toda seguridad, es más que deseable que el ego sea humillado y únicamente el Señor sea engrandecido.

¿No podría nuestro clemente Señor proponerse un doble honor cuando envía un doble conjunto de tribulaciones? “En trabajos más abundante” es un excelso grado, pero “sufridos en la tribulación” no lo es menos. Algunos creyentes han sobresalido en el servicio activo, pero han sido escasamente probados en el otro e igualmente honorable campo de la paciencia sumisa; aunque son veteranos en la obra, han sido sólo un poco mejor que bisoños reclutas en cuanto a la paciencia, y, debido a esto, se han desarrollado sólo a medias en su hombría cristiana en algunos aspectos. ¿Acaso no puede tener el Señor designios especiales para algunos de Sus siervos, queriendo perfeccionarlos en ambas formas de la imitación de Cristo? 

No parece haber alguna razón natural del por qué las dos manos de un hombre no pudieran ser igualmente útiles, pero pocos individuos se vuelven en realidad ambidiestros, porque la mano izquierda no es ejercitada de la misma manera. Los zurdos que figuran en la Escritura eran realmente hombres que tenían dos diestras, y eran capaces de usar ambas extremidades con igual destreza. La paciencia es la mano zurda de la fe, y si el Señor requiere de un Aod para herir a Eglón, o un benjamita que tire piedras con la honda a un cabello, y no errar, pudiera ser que alterne con él, y ejercite su paciencia así como también su diligencia. 
Si esto ha de ser así, ¿quién desearía evitar el favor divino? Sería mucho más sabio recordar que esa guerra en dos frentes requerirá de doble gracia, e implicará una responsabilidad correspondiente.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Etam

"Y partieron de Sucot y acamparon en Etam, al borde del desierto."  (Éxodo  13:20)   Esta fue la segunda jornada de los hijos de Israel. Era el lugar límite entre el río Nilo y el desierto. La entrada al largo y duro desierto. A sus espaldas dejaban las tierras fértiles del único mundo que habían conocido para aventurarse, guiados por el buen pastor, en un viaje que duraría 40 años. Y no precisamente  porque Dios lo quiso así, fue su recurrente incredulidad la que les hizo dar rodeos tantos años. Aún así, es hermoso saber que al inicio de este viaje, el Todo Poderoso ¡ya sabía todo lo que acontecería a su pueblo! y a pesar de sus pecados y errores él los guió a un plan maestro de redención. Al ser vez primera que los israelitas cruzarían el desierto, ya no podían depender de sus propias fuerzas. Etam es el lugar para los cristianos donde el Señor nos lleva al final de la confianza propia.   Romanos 7:18  "Porque yo sé que en mí, es decir, en mi ...

Smith Wigglesworth: "Apóstol de fe"

Resucitar a los muertos fue sólo una de las increíbles facetas del ministerio de Smith Wigglesworth. Para él la simple obediencia a lo que uno creía no era una característica extraordinaria; era simplemente el fruto de la fe. Se dice que su propia fe era inquebrantable y algunas veces implacable. Pero también se dice que poseía una unción especial para la enseñanza y un claro sentido de la compasión, que tenían por fruto incontables salvaciones y milagros en su ministerio, todos los días. Por Roberts Liardon  Smith nació el 8 de junio de 1859 en un pequeño pueblo de Inglaterra. Aunque sus padres no eran cristianos, no hubo nunca un tiempo en que el joven Smith no buscara a Dios. No le enseñaron a orar en su hogar, pero siempre estaba en esa búsqueda por su cuenta. Su abuela era una antigua wesleyana que creía en el poder de Dios y siempre hacía que Smith la acompañara a las reuniones. Cuando Smith cumplió ocho años, quiso cantar él también en la iglesia. Al comenzar a cantar, "un ...

El Holocausto Continuo

Después de la caída de Adán, la primera historia que menciona la Biblia es sobre dos hombres ofreciendo sacrificios. El Señor les mostró el Holocausto Continuo para que el hombre fuese restaurado. Holocausto Continuo: es cuando sacrificamos al Señor alabanza y oración en la mañana y en la tarde.  Tiene varios nombres, algunos le llaman altar familiar , oración familiar , devocional personal , etc.  Desde el principio Dios estableció este continuo sacrificio leamos en  Éxodo 29:38-46   " Esto es lo que ofrecerás sobre el altar: dos corderos de un año cada día, continuamente.  Ofrecerás uno de los corderos por la mañana, y el otro cordero ofrecerás a la caída de la tarde. Además, con cada cordero una décima parte de un efa de flor de harina amasada con la cuarta parte de un hin de aceite de olivas machacadas; y para la libación, la cuarta parte de un hin de vino.  Y ofrecerás el otro cordero a la caída de la tarde, haciendo conforme a la ofrenda de la mañan...

Cabecearon Todas...

Extracto del Libro: Cabecearon Todas y Se Durmieron pág. 125-126| Autor: Marvin Byers. Desafortunadamente, las diez vírgenes cabecearon y se durmieron como resultado de la demora del esposo. Sin importar por qué lo hicieron, no podía haber sido la reacción correcta para ninguna de ellas. ¿Sería menos trágico que cuando los discípulos se durmieron en Getsemaní? Ellos durmieron y dejaron que el Salvador enfrentara, con gran dolor, una batalla abrumadora por sus propias almas. Él se dolió solo (Mr. 14:34-37). Hoy, las diez vírgenes, que simbolizan el Reino de Dios, duermen mientras el Esposo se regocija de que está cercana la hora por la cual murió-Sus bodas. Pero Él se goza solo, porque Su Esposa cabecea y se duerme. Algunos podrían responder: "Pero yo no estoy durmiendo. Yo no me he apartado del Señor" . Si una persona ha entrado en un cabeceo y sueño en sentido espiritual, no significa necesariamente que se haya apartado del Señor. En Marcos 13:32-37 descubrimos que, en el co...

La llamada en Dofca

Imagen de Kerstin Riemer en Pixabay   Números 3:11  Dofca, en el diccionario Strong, viene de la  raíz 'dafác'  raíz primaria; golpear, llamar; por analogía presionar severamente:-fatigar, golpear. Habrá momentos de nuestro viaje por el desierto, que el Señor de Gloria llama a nuestra puerta. En el Nuevo Testamento leemos algo parecido, "He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo." (Ap.3:20) Para muchos esta promesa es difícil de creer, pero Jesús nos dice: no importa quién seas, o cuál es tu condición. Nadie está descalificado. La dureza de tu corazón, no es más fuerte que Dios. Él nos ruega, nos anhela, y en todo este viaje hasta aquí, el motivo de su esfuerzo es que alguien le abra la puerta de su vida para cenar con él. He aquí el testimonio de  Stephen Grellet (1773-1855)  una vida que le abrió la puerta al Señor: "(...) empecé a leer la Biblia con la ayuda de u...

Avivamiento en las Islas Hébridas – Duncan Campbell

En 1949 se produjo en las Islas Hébridas uno de los Avivamientos más extraordinarios de la Historia de la Iglesia. Y todo comenzó con la oración de dos hermanas de 84 y 82 años de edad. El siguiente es el relato dado por el predicador Duncan Campbell, testigo presencial de los maravillosos hechos.  (Tomado de la revista “La Trompeta de Dios”, no. 63, may-jun 1990) “Ante todo, quiero decir que yo no produje el avivamiento en Lewis, sino que empezó antes de que yo llegara a la isla" COMO EMPEZÓ EL AVIVAMIENTO EN LEWIS Un día al atardecer, una mujer ciega de 84 años, tuvo una visión. Esta anciana querida, Margarita, vio en la visión a la iglesia de sus padres llena de jóvenes y a un ministro desconocido en el púlpito. Estaba tan emocionada por esta visión que llamó al pastor y se la contó. El pastor de la colonia era un hombre que temía a Dios y anhelaba verlo obrando, había tratado muchas cosas para interesar a los jóvenes de la parroquia, pero ni siquiera un adolescente as...

Una Entrega total - Rees Howells

Extracto del Libro |  REES HOWELLS INTERCESOR Autor | Norman Grubb | Capítulo Veintidós |  Pág. 68-72 Poco después de volver de la isla de Madeira, Rees Howells se casó con Elizabeth  Ana Jones, quien también era de Brynamman. Esto sucedió el 21 de diciembre de 1910. Se  habían conocido desde la niñez. Después de meses de intensa convicción, ella nació de  nuevo durante el Avivamiento Gales. Más tarde, llegó a ser uno de los componentes del  grupo de voluntarios en el pueblito, y el Señor los fue uniendo gradualmente hasta que  llegaron a pensar si sería la voluntad de Dios que se casaran y formaran un hogar para los  vagabundos. Sin embargo, poco después fueron guiados en la dirección opuesta: Abandonar la idea del matrimonio, sin saber si la oportunidad les sería restaurada.  Fue tres  años más tarde que les vino palabra del Señor diciendo que sus vidas deberían unirse para  Su servicio. Siendo una totalmente con él en su forma de...

Hermano Yun, sobreviviente de la iglesia escondida en China

Este es un extracto del libro “ El Hombre Celestial ” cuenta la historia de un cristiano en China torturado y perseguido por el regimen comunista: En algunas ocasiones lloraba para mis adentros mientras hablaba en las iglesias occidentales. Parecía que allí faltaba algo que dejaba en mi interior un sentimiento deprimente. Muchas reuniones son frías y carentes del fuego y de la presencia de Dios que disfrutamos en China. En Occidente muchos cristianos tienen abundancia de posesiones materiales, pero viven en un estado de apatía y abandono espiritual. Tienen oro y plata, pero no se ponen en pie y caminan honrando a Jesús. En China no tenemos posesiones a las que aferrarnos, no hay nada que nos frene para entregarnos al servicio del Señor. La iglesia en china es como Pedro en la puerta Hermosa. Cuando vio al mendigo lisiado, le dijo: “No tengo plata ni oro (…) pero lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡Levántate y anda!”. Hechos 3:6 Oro pidiendo que Dios use de una...